Introducción

Durante el primer tercio del siglo XX Gerardo Lizarraga se convirtió en uno de los artistas navarros que más contribuyó a la modernización de la pintura de nuestra tierra. No obstante, su trayectoria artística ha pasado un tanto desapercibida. La exposición Gerardo Lizarraga. Artista en el exilio pretende sobre todo hacerle justicia, pero también que la ciudadanía navarra pueda reflexionar sobre las dramáticas consecuencias de los exilios, tanto del pasado como del presente. Exilio que, para nuestro artista, como para centenares de miles de personas, comenzó en febrero de 1939 con el paso de la frontera. Allí comenzó la terrible experiencia de los campos en las playas, la estancia posterior en Marsella y el viaje definitivo a México.

Observador observado, Gerardo Lizarraga nos permite conocer, a través de su obra, la continua lucha de una persona comprometida con el vivir y con la libertad; una persona que se vio, como señala su hijo Xabier Lizarraga, atrapado por la violencia de la guerra y un exilio que le fue ahogando poco a poco.

Es momento de sacar de manera definitiva a Gerardo Lizarraga del ostracismo al que fue condenado por una larga y brutal dictadura. Su maleta ha llegado a su tierra, procedente del campo nº 8 de Argelès-sur-Mer y de México, para quedarse, para formar parte del bagaje cultural y artístico de su tierra, ése que intentó ser borrado de forma violenta por un golpe militar que buscaba impedir cualquier atisbo de modernidad, de igualdad y de libertad.

 

 


Biografía

Gerardo Lizarraga nació en Pamplona en 1905. Inició su andadura artística en el estudio de Javier Ciga. Siguió su carrera en Madrid y en París, hasta que en 1932 decidió, junto a su mujer Remedios Varo, instalarse en Barcelona, donde participó activamente en los círculos culturales y en los movimientos sindicales , llegando a ser uno de los fundadores del Sindicato de Dibujantes Profesionales de Barcelona, adscrito a la UGT,  y uno de los creadores del proyecto de Ediciones Antifascistas. Se alistó como voluntario en el ejército republicano. 

Con el final de la guerra cruzó la frontera en la Retirada, y estuvo internado en los campos de Argelès-sur-Mer, Agde y Clermont-Ferrand. Finalmente consiguió salir de Francia en el Nyassa con destino a México, donde se asentó definitivamente y se integró en el grupo de artistas europeos en el exilio junto a Remedios Varo, Benjamin Peret, Katy y José Horna, Leonora Carrington y Chiki Weisz, entre otros.  Allí se casó de nuevo, esta vez con Ikerne Cruchaga, fotógrafa e hija de Epifanio Cruchaga, alcalde republicano de Tudela. Participó activamente de la vida cultural de la ciudad, donde desarrolló una intensa tarea artística tanto en el terreno de la ilustración como de la pintura. En 1957 participa en el rodaje de The sun also rises, de Henry King, como director artístico, realizando además todas las pinturas taurinas que aparecen en la película.En sus últimos años escribió sobre su experiencia en los campos franceses. Falleció en 1982.


Los dibujos de los campos

Gerardo Lizarraga llegó al campo de Argelés-sur-Mer en febrero de 1939, para pasar posteriormente por Agde y Clermont Ferrand. En ellos realizaron un importante número de dibujos que él consideró lo más importante de su obra artística. Paradójicamente, el momento de internamiento y privación de libertad sirvió de catalizador de su fuerza creativa. De ello debía ser consciente, porque solo su empeño por cuidar y conservar aquellos dibujos ha permitido que llegaran hasta nuestros días, pese a su azaroso periplo. Además de los dibujos que se adentran en el territorio del surrealismo, encontramos una original colección de caricaturas que nos hablan tanto de su habilidad y competencia técnica, como de su sentido del humor y su capacidad de observación.

En los años finales de su vida, Lizarraga volvió sobre aquellos dibujos e intentó poner palabras a sus vivencias de entonces, que nunca le habían dejado de atormentar y que resumió de esta forma:

“El campo era una playa desierta, solo arena; kilómetros y kilómetros más allá de las alambradas, sin ninguna raíz…, arena y solo arena. Tenía tiempo para pensar y poca costumbre de hacerlo. El lápiz pensó por mí.”


Las obras

La exposición Gerardo Lizarraga. Artista en el exilio presenta una amplia muestra de 125 obras pictóricas (pinturas y dibujos), 60 fotografías, 77 documentos y dos libros, pertenecientes fundamentalmente a la familia, pero también procedentes de préstamos de varios particulares, del Archivo Municipal de Pamplona y de los propios fondos del Museo de Navarra.

Si bien los dibujos de los campos forman el núcleo de la muestra, la exposición en su conjunto traza un detallado itinerario por la vida y obra de Lizarraga. Así, encontramos retratos de su vida en Pamplona, pero también del exilio mexicano; o sus trabajos de ilustrador y muralista, desde el cartel anunciador de los sanfermines de 1930, encargado por el Ayuntamiento de Pamplona, a los murales y carteles que realizó en México. La muestra nos permite acercarnos a un artista con un gran dominio de las diferentes técnicas, pero a la vez capaz de recibir influencias diversas y abordar temáticas varias.


El cine

Una de las pasiones de Gerardo Lizarraga fue el cine. Aunque tuvo contactos previos con el cine, su primer acercamiento serio se produjo cuando, junto con Manuel Ordónez de Barraicúa, planificó llevar al cine La torre de los siete jorobados, el popular texto de Emilio Carrere. En 1938 funda la compañía de cine Ediciones Antifascistas”, EA Films. Aparece en los créditos de varias obras de Barraicúa para la CNT, como Tejados hundidos (1938), Un periódico mural (1937) y Hoy hace un año (1937). También participó en la película surrealista Don do-re-mi-fa-sol-la-si-do, dirigida por José María Fogués, de la que no se conserva ningún fragmento.

Ya en México, en 1957 fue contratado como director artístico de la película The sun also rises, adaptación de la novela Fiesta, de Ernest Hemingway, en la que debía recrear Pamplona en Sanfermines. Este trabajo le dio la oportunidad de fundir sus dos grandes pasiones, el cine y la pintura 


Datos prácticos

Horarios de apertura al público:

• Martes a sábado: 9:30-14:00 y 17:00-19:00 horas.

• Domingos y festivos: 11:00-14:00 horas. También: Jueves Santo y Viernes Santo.

• Lunes: cerrado. 

Hay visitas guiadas los domingos por la mañana.

Más información: Museo de Navarra