Espacio memorial de la antigua prisión provincial de Pamplona

 

Con el golpe militar de 1936 la Prisión Provincial de Pamplona se convirtió en centro de detención de centenares de presos y presas gubernativos (1.536 solo en 1936). Se trataba de dirigentes, militantes y simpatizantes de las organizaciones políticas y sindicales ilegalizadas. A la gran mayoría no se les incoó procedimiento judicial, lo que permitió establecer una maquinaria de eliminación física de disidentes. Bajo la apariencia de puesta en libertad o de traslado a otras prisiones, muchos presos y presas fueron asesinados en diferentes lugares, algunos de ellos (Valcardera, Ibero, Etxauri, El Perdón) reconocidos hoy como Lugares de Memoria Histórica de Navarra. Como atestigua el terrible testimonio de Galo Vierge, preso aquí, esta práctica era conocida por quienes se encontraban en prisión y contribuyó a extender una atmósfera de terror. Durante la dictadura, continuó habiendo entre sus muros personas presas por motivación política.