Memorial Fosas del Perdón

 

Se trata de un memorial, obra del artista Peio Iraizoz, formado por un conjunto de 20 piedras que simbolizan el reconocimiento y reparación de las 92 personas asesinadas en la sierra del Perdón durante los años 1936 y 1937 por la represión desencadenada tras el golpe militar de julio de 1936. Está formado por una piedra central, que recuerda a todas las personas desaparecidas, y otras diecinueve colocadas alrededor en forma de espiral abierta que representan a cada unas de las localidades de las que algún vecino fue asesinado en ese lugar. El memorial fue inaugurado en noviembre de 2017, y pocos meses después sufrió un ataque vandálico. 

El alto del Perdón, en la carretera que une Pamplona con Estella, se convirtió en un importante lugar de fusilamientos, donde se interrumpía trágica e irreversiblemente el traslado de presos a la capital navarra. Las exhumaciones comenzaron en fechas tempranas, y algunos restos fueron recuperados en los años cuarenta. Pero las principales exhumaciones se realizaron a finales de los años setenta, en el contexto de las llamadas “exhumaciones tempranas”, donde se recuperaron numerosos restos. Posteriormente no ha sido posible localizar nuevos emplazamientos pese a que se ha prospectado en varias ocasiones, ya que el paisaje ha sido muy transformado con las sucesivas obras en la carretera.

Como otros lugares de asesinato masivo, el Memorial de las Fosas del Perdón interroga al visitante sobre el pasado de horror que vivió Navarra tras el golpe de estado de 1936 y sobre la limpieza política acometida contra cientos de personas cuyo único delito era pensar diferente.